
Muchos piensan que la venta termina en el checkout, pero la realidad es que el momento más sensible comienza justo después: la espera.
Durante ese tiempo, el cliente se hace una sola pregunta: ¿dónde está mi pedido?
Y si no le das una respuesta clara, lo más probable es que termine preguntándotelo directamente.
Saber dónde va su pedido da tranquilidad al cliente.
Una página de rastreo evita tickets innecesarios.
Tener visibilidad crea una experiencia más profesional.
Si usas Shopify, WooCommerce o Tiendanube, puedes conectar herramientas como WeShip sin complicaciones.
En minutos, puedes ofrecer una experiencia post-venta más completa y profesional.
El rastreo no es solo un “detalle técnico”. Es parte de lo que construye confianza, fideliza a tus clientes y puede marcar la diferencia entre una sola compra y un cliente recurrente.
Un buen sistema de rastreo es una inversión en experiencia y confianza.
Si aún no lo usas, estás dejando mucho valor sobre la mesa.